Eco.
Esa era la respuesta a cada latido que su corazón susurraba...
A ese continuo y monótono ruido que sonaba dentro de su pecho, y que ya sólo servía para confirmar que seguía bombeando su sangre, pero que ya nada lo alteraba, nada lo aceleraba,... Nada... Ya sólo era un acto reflejo.
Hacia tiempo que la ilusión se transformó en tristeza, los motivos ahora eran excusas.
Y que entre la elección de ese ritmo continuo y monótono, y el del sonido triste y cortado, prefirió esconderlo y no exponerlo más.
Porque, aunque cuando algo se rompe se puede volver a pegar con la paciencia y tiempo suficiente, siempre hay algún pedacito que falta... Algún hueco que ya siempre queda, y ya no quería más huecos, al menos superficiales, ... Ya que por dentro ya estaba vacío.
-- Camino a la oscuridad --
...mira tu reloj, ... te queda un segundo menos, otro menos, otro... ¡APROVECHALOS!
viernes, 4 de septiembre de 2015
miércoles, 26 de marzo de 2014
ESOS OJOS (EL ENCUENTRO)
[...]
Era su cuarta noche sin dormir. Su rostro daba fe ello. Sus ojos hinchados e inyectados en sangre, la dejación en su aseo en esos tres días donde su cabeza solo pensaba en el miedo a la noche...
...esos ojos....
PRIMERA NOCHE
[...]
Luis era un apuesto hombre, cercano a los cuarenta, de pelo negro y abundante. De mirada limpia y un rostro que invitaba a la confianza, y con una facilidad de palabra que casi podía considerarse un don.
El hombre perfecto para su trabajo de abogado.
Siempre de traje y corbata.
Siempre seguro.
Siempre todo controlado.
Para Luis, el tener todo controlado era primordial.
Pero una noche todo cambio.
Por fin, todo el proceso judicial había acabado. Había sido un proceso muy largo y de una preparación y dedicación constante y agotadora.
Durante varios meses, volcó cuerpo en alma en defender a un asesino múltiple, intentando sacar algún hilo suelto para poder exculparle o, al menos, intentar rebajar su pena al máximo.
Era un ser despreciable, pero el eligió ese trabajo, con sus pros y sus contras.
"Era una causa perdida" - se repetía constantemente, al recordar el veredicto.
[...]
Se miro al espejo de su despacho. Sus ojos ya se notaban cansados, e incluso algunas arrugas se apreciaban mas profundas al verlas de tan cerca. Miro su reloj... las 23:00...Agito su cabeza para espabilarse un poco, cerro la puerta y se marcho.
Ya en su coche, se dirigió a su casa, una casa de campo a las afueras de la ciudad. Solo un par de kilómetros había recorrido cuando noto que sus ojos se cerraban.
La solitaria carretera, y la luna menguante, invitaban al descanso.
Pero algo al lado de la carretera hizo llamar su atención.
Tras la señal que le recordaban los 13 km que aun quedaban para llegar a su casa, podía ver que algo mas había aunque lo lograba ver de que se trataba.... según se acercaba empezó a definir la figura.
Su vello se erizo cuando las luces de su coche le ayudaron a distinguir lo que su cabeza no quería.
Era un hombre encapuchado, una especie de sotana le cubría el cuerpo, y su cabeza gacha no dejaba ver su rostro.
Conforme se acercaba con el coche, Luis comenzó a sentir como el miedo se apoderaba de el, pero no podía dejar de mirar esa inquietante figura.
Casi inconscientemente desacelero a medida que pasaba al lado de ese escalofriante personaje.
Su sangre se heló cuando el hombre levanto la cabeza dejando a la vista una profunda oscuridad bajo esa capucha solo rota por dos amenazadores ojos.
Al instante piso el acelerador a fondo intentando huir de aquel siniestro ser comprobando continamente en el retrovisor como iba dejándolo atrás, hasta que en uno de esos vistazos vio que ya no estaba.
Miro el espejo interior del coche, y allí estaba, sentado tras el. Esa oscuridad que se ocultaba tras la capucha y esos ojos....
....esos ojos...
"Aun no, FRENA"
Era su cuarta noche sin dormir. Su rostro daba fe ello. Sus ojos hinchados e inyectados en sangre, la dejación en su aseo en esos tres días donde su cabeza solo pensaba en el miedo a la noche...
...esos ojos....
PRIMERA NOCHE
[...]
Luis era un apuesto hombre, cercano a los cuarenta, de pelo negro y abundante. De mirada limpia y un rostro que invitaba a la confianza, y con una facilidad de palabra que casi podía considerarse un don.
El hombre perfecto para su trabajo de abogado.
Siempre de traje y corbata.
Siempre seguro.
Siempre todo controlado.
Para Luis, el tener todo controlado era primordial.
Pero una noche todo cambio.
Por fin, todo el proceso judicial había acabado. Había sido un proceso muy largo y de una preparación y dedicación constante y agotadora.
Durante varios meses, volcó cuerpo en alma en defender a un asesino múltiple, intentando sacar algún hilo suelto para poder exculparle o, al menos, intentar rebajar su pena al máximo.
Era un ser despreciable, pero el eligió ese trabajo, con sus pros y sus contras.
"Era una causa perdida" - se repetía constantemente, al recordar el veredicto.
[...]
Se miro al espejo de su despacho. Sus ojos ya se notaban cansados, e incluso algunas arrugas se apreciaban mas profundas al verlas de tan cerca. Miro su reloj... las 23:00...Agito su cabeza para espabilarse un poco, cerro la puerta y se marcho.
Ya en su coche, se dirigió a su casa, una casa de campo a las afueras de la ciudad. Solo un par de kilómetros había recorrido cuando noto que sus ojos se cerraban.
La solitaria carretera, y la luna menguante, invitaban al descanso.
Pero algo al lado de la carretera hizo llamar su atención.
Tras la señal que le recordaban los 13 km que aun quedaban para llegar a su casa, podía ver que algo mas había aunque lo lograba ver de que se trataba.... según se acercaba empezó a definir la figura.
Su vello se erizo cuando las luces de su coche le ayudaron a distinguir lo que su cabeza no quería.
Era un hombre encapuchado, una especie de sotana le cubría el cuerpo, y su cabeza gacha no dejaba ver su rostro.
Conforme se acercaba con el coche, Luis comenzó a sentir como el miedo se apoderaba de el, pero no podía dejar de mirar esa inquietante figura.
Casi inconscientemente desacelero a medida que pasaba al lado de ese escalofriante personaje.
Su sangre se heló cuando el hombre levanto la cabeza dejando a la vista una profunda oscuridad bajo esa capucha solo rota por dos amenazadores ojos.
Al instante piso el acelerador a fondo intentando huir de aquel siniestro ser comprobando continamente en el retrovisor como iba dejándolo atrás, hasta que en uno de esos vistazos vio que ya no estaba.
Miro el espejo interior del coche, y allí estaba, sentado tras el. Esa oscuridad que se ocultaba tras la capucha y esos ojos....
....esos ojos...
"Aun no, FRENA"
Luis abrió los ojos súbitamente mientras pisaba el freno a fondo. Intento mantener el control durante los metros que su coche fue patinando aunque no evito llevarse por delante una señal un par de delgados y jóvenes arboles.
"Mierda, me quede dormido"
Miro las abolladuras en su coche sin salir siquiera de el, miro la carretera para comprobar que su destrozo no entorpecerían la conducción.
No quería estar allí pese a que solo había sido su cabeza que le había jugado una mala pasada.
Solo quería poder llegar a su casa y descansar.
Continuo su camino rápidamente, queriendo recorrer los 13 km que la señal que acababa de destrozar...
Lo que Luis no sabia era que la noche solo acababa de empezar... y le había mirado directamente a los ojos...
... esos ojos....
martes, 18 de marzo de 2014
Sueño que el destino existe
[...]
Como buenamente pudo, logro salir de la oscura cueva.
Solo la negrura quedaba tras el.
Lo que fue una emocionante y maravillosa aventura, la cual emprendio sabiendo el riesgo que corria, acabo en esa oscura e interminable cueva, con la unica compañia de esa dama olvidada que siempre le acompañaba en silencio y que siempre esta esperando su momento.
Acerco su mano al pecho, sabiendo que encontraria esa herida casi mortal, de la cual emanaba el carmesi de su sangre empapando sus jironados ropajes. Sentia que era profunda, tanto que solo un ahogado suspiro de resignacion surgio de su interior mientras se dejaba caer en sus ya magulladas rodillas.
Y cayo.
Solo tuvo la fuerza de girar su cuerpo y yacer mirando al cielo, para intentar ver algun rayo de sol que rompiese las densas y oscuras nubes que cubrian todo. Solto una media e ironica sonrisa al ver que los dioses tampoco le permitirian disfrutar de esa calida luz.
Su vista empezo a desvanecerse...
Y, por fin, cerro los ojos.
[...]
Una suave brisa se levanto pausadamente.
Un fino aroma le invadio. No podia abrir los ojos, pero tampoco le hacia falta.
Ese dulce perfume lo podria reconocer entre cualquier otro. Era su Angel..
Casi notaba como el tacto de sus añoradas y suaves manos le acariciaban el rostro, como le abrazaba con tanta fuerza como dulzura.
Su Angel de cabellos negros y ojos de miel, de labios rosados y exquisitos, que tanto le habian hecho sentir y soñar. En su mente logro ver su cara, ese rostro que hacia que los mismos dioses la envidiaran.
- "Mi amada..."-... logro decir con dificultad.- "maldigo a los dioses que escribieron mi destino..."
Su vello se erizo al escuchar un susurro.
Era la voz de su Angel que le decia al oido:
- "No maldigas a los dioses, mi aventurero, solo tu decides tu destino y ahora...abre los ojos y vuelve"
No sin dificultad, abrio los ojos. La noche acaparaba el cielo, pero no habia nubes.
Las estrellas brillaban con fuerza, esas estrellas que les unieron, y que esten donde esten, siempre que miren su estrella, en algun lugar del firmamento, sus miradas se cruzaran.
Dispuesto, se levanto como pudo, decidido a recorrer el camino de vuelta para reencontrarse con su Angel.
Y, sin duda alguna, para ser el, y no los dioses, el que escribiese su destino, pero sin dejar de pensar que ese destino esta escrito, porque siempre hay momentos, en que es maravilloso soñar que el destino existe.
Sobre todo cuando ese destino te lleva cerca de tu Angel.
lunes, 17 de marzo de 2014
Tu peso en oro
LA VIDA SIGUE
Un devenir alocado de acontecimientos y situaciones que se escapan a nuestro control. Un crisol de sentimientos y emociones que te obligan a ser humano, a no poder obviar que, te guste o no, la vida sigue y seguirá.
CON O SIN TI
Da igual si hoy sueñas con el futuro que has forjado durante años, o si lo haces por el rayo de luz que te dio el pensar en un perro llamado Elvis.
Imagina cualquiera de las situaciones que, en un futuro, te gustaría vivir y experimentar. Fíjate en que todas esas situaciones, sin excepción, tienen algo en común.
TU
Y ahora contesta, ¿quien es la persona mas importante de TU vida?...
Un devenir alocado de acontecimientos y situaciones que se escapan a nuestro control. Un crisol de sentimientos y emociones que te obligan a ser humano, a no poder obviar que, te guste o no, la vida sigue y seguirá.
CON O SIN TI
Da igual si hoy sueñas con el futuro que has forjado durante años, o si lo haces por el rayo de luz que te dio el pensar en un perro llamado Elvis.
Imagina cualquiera de las situaciones que, en un futuro, te gustaría vivir y experimentar. Fíjate en que todas esas situaciones, sin excepción, tienen algo en común.
TU
Y ahora contesta, ¿quien es la persona mas importante de TU vida?...
miércoles, 12 de agosto de 2009
Dia 2 (Segunda Parte)
11:15
Cuando se vio a si mismo preparandose para bajar por el ascensor, con una botella de whisky metido en una bolsa y preparado para ir a la policia... se sintio ridiculo.
Como les iba a explicar lo que estaba sucediendo si ni siquiera el sabia lo que estaba pasando.
Durante unos minutos permanecio inmovil frente al ascensor, aun decidiendo cual debia de ser el siguiente paso que tenia que dar.
Algo le hizo decidirlo.
Dentro de la habitacion, oyo un telefono sonar.
Corrio hacia la habitacion, ¿donde estaba el maldito telefono? Siguio el sonido hasta uno de los cajones de una mesa auxiliar. Lo abrio y vio un telefono movil. Sonaba. Ya no penso nada tan solo lo cogio y contesto con voz asustada...
S-si... - dijo con miedo, con voz muy baja
¿Con quien hablo? - escucho una voz femenina.
Eeeh, ¿Ju-Julia? - contesto Roberto casi seguro de haber reconocido la voz.
¿Roberto? ¿Eres tu Roberto? - dijo sorprendida- ¿que haces tu ahi? ¿porque tienes ese telefono?
¡¿Donde estas, Julia?!, ¡¿COMO ESTAS?! - fue levantando la voz a raiz que la excitacion se apoderaba de el.
No hay tiempo, Roberto, tienes que salir de alli. ¡¡Corre!!
Pero...
¡¡¡¡CORRE!!!! - oyo como colgaban el telefono.
No tenia otra opcion, corrio. Bajo como una exhalacion las escaleras y paro antes de llegar al hall para no llamar la atencion. Camino rapidamente sin pararse ni fijarse en nada, ni siquiera en Bodgan, el recepcionista, que le siguio con la mirada durante todo el trayecto.
Por fin salio del hotel. No sabia donde ir, pero decidio caminar hasta que se le ocurriese algo. Emprendio un camino sin rumbo pero una tremenda explosion le hizo girarse... la quinta planta del hotel habia saltado por los aires. Se dio la vuelta y empezo a andar con el objetivo de perderse entre las calles. Escuchaba las sirenas de fondo, queria saber pero no se atrevia a volver.
De pronto tras el escucho una voz conocida.
¡¡¡Alto, Policia, no se mueva!!! - dijo la voz - ¡¡¡ Las manos arriba y contra la pared !!!
Roberto no pudo ni hablar... tan solo acerto a decir un leve ...Pero, pero yo...
Queda usted detenido, procedere a leerle sus derechos - le dijo mientras le bajaba los brazos para esposarle.
No he hecho nada - le decia al policia mietras este le daba la vuelta para llevarselo.
Cuando le giro, se le encogio el alma, era Bodgan, el recepcionista.
Esta cometiendo un error - decia Roberto, mientras Bodgan le hacia caminar - no he hecho nada.
¿Usted cree? Yo diria que estoy muy seguro de lo que hago - le contesto ironicamente.
Le llevo hasta un coche aparcado cerca y lo introdujo en el. Una silueta se podia intuir dentro del coche a traves de las lunas tintadas.
Bodgan abrio la puerta trasera y lo metio en el coche. Roberto miro a la persona que le esperaba dentro... era Martin.
Bienvenido de nuevo, Roberto - le dijo - parece que las cosas se estan poniendo interesantes, ¿verdad?
No le dio tiempo a contestar cuando sintio un fuerte golpe en la cabeza que le hizo perder el conocimiento.
Cuando se vio a si mismo preparandose para bajar por el ascensor, con una botella de whisky metido en una bolsa y preparado para ir a la policia... se sintio ridiculo.
Como les iba a explicar lo que estaba sucediendo si ni siquiera el sabia lo que estaba pasando.
Durante unos minutos permanecio inmovil frente al ascensor, aun decidiendo cual debia de ser el siguiente paso que tenia que dar.
Algo le hizo decidirlo.
Dentro de la habitacion, oyo un telefono sonar.
Corrio hacia la habitacion, ¿donde estaba el maldito telefono? Siguio el sonido hasta uno de los cajones de una mesa auxiliar. Lo abrio y vio un telefono movil. Sonaba. Ya no penso nada tan solo lo cogio y contesto con voz asustada...
S-si... - dijo con miedo, con voz muy baja
¿Con quien hablo? - escucho una voz femenina.
Eeeh, ¿Ju-Julia? - contesto Roberto casi seguro de haber reconocido la voz.
¿Roberto? ¿Eres tu Roberto? - dijo sorprendida- ¿que haces tu ahi? ¿porque tienes ese telefono?
¡¿Donde estas, Julia?!, ¡¿COMO ESTAS?! - fue levantando la voz a raiz que la excitacion se apoderaba de el.
No hay tiempo, Roberto, tienes que salir de alli. ¡¡Corre!!
Pero...
¡¡¡¡CORRE!!!! - oyo como colgaban el telefono.
No tenia otra opcion, corrio. Bajo como una exhalacion las escaleras y paro antes de llegar al hall para no llamar la atencion. Camino rapidamente sin pararse ni fijarse en nada, ni siquiera en Bodgan, el recepcionista, que le siguio con la mirada durante todo el trayecto.
Por fin salio del hotel. No sabia donde ir, pero decidio caminar hasta que se le ocurriese algo. Emprendio un camino sin rumbo pero una tremenda explosion le hizo girarse... la quinta planta del hotel habia saltado por los aires. Se dio la vuelta y empezo a andar con el objetivo de perderse entre las calles. Escuchaba las sirenas de fondo, queria saber pero no se atrevia a volver.
De pronto tras el escucho una voz conocida.
¡¡¡Alto, Policia, no se mueva!!! - dijo la voz - ¡¡¡ Las manos arriba y contra la pared !!!
Roberto no pudo ni hablar... tan solo acerto a decir un leve ...Pero, pero yo...
Queda usted detenido, procedere a leerle sus derechos - le dijo mientras le bajaba los brazos para esposarle.
No he hecho nada - le decia al policia mietras este le daba la vuelta para llevarselo.
Cuando le giro, se le encogio el alma, era Bodgan, el recepcionista.
Esta cometiendo un error - decia Roberto, mientras Bodgan le hacia caminar - no he hecho nada.
¿Usted cree? Yo diria que estoy muy seguro de lo que hago - le contesto ironicamente.
Le llevo hasta un coche aparcado cerca y lo introdujo en el. Una silueta se podia intuir dentro del coche a traves de las lunas tintadas.
Bodgan abrio la puerta trasera y lo metio en el coche. Roberto miro a la persona que le esperaba dentro... era Martin.
Bienvenido de nuevo, Roberto - le dijo - parece que las cosas se estan poniendo interesantes, ¿verdad?
No le dio tiempo a contestar cuando sintio un fuerte golpe en la cabeza que le hizo perder el conocimiento.
martes, 11 de agosto de 2009
Dia 2 (Primera parte)
07:00
Un sobresalto le desperto. Miro su reloj... no podia creerlo. Las siete de la mañana. No sabia donde estaba Julia, no sabia si estaba bien o mal... y el se ponia a dormir como si nada.
La cabeza le iba a estallar. El dolor era mas intenso de lo que nunca habia sentido. Habia dormido pero no habia descansado. Durante toda la noche, la conversacion con Martin la habia soñado una y otra vez. El hormigueo de las piernas al menos habia desaparecido. Aun tenia un leve dolor detras del muslo pero eso no le iba a hacer volver a la cama. Ya no.
Se habia levantado decidido a ayudar, no podia quedarse alli.
Bajo a recepcion, esta vez estaban dos chicas, le alivio ver que Bodgan no estaba. Seguia dandole mala espina el chico ese...
Necesitaba comer algo... Miro con disimulo entre las puertas entreabiertas hasta que en una pudo ver a algunos clientes del hotel desayunando.
Diez minutos le bastaron para terminar. No queria perder tiempo, aunque realmente no sabia que iba a hacer. Se acerco a la recepcion y pregunto por el numero de policia de Suiza. Tenia que volver a hablar con Martin.
Se acerco a una de las cabinas de telefono que habia en el hall, y marco el numero...
Polizei in der Schweiz. Guten Morgen. Kann ich helfen? - se escucho al otro lado...
No habia caido en eso... Hello, I don´t "spik" german, I´m Spanish...
One second, please - le contesto en un ingles fluido.
Tras unos segundos, una mujer le volvio a hablar, esta vez en español...
Policia de Suiza. Buenos dias, señor. ¿En que puedo ayudarle?
Buenos dias. Me gustaria hablar con el inspector Théodore.
¿¿Perdon?? ¿¿Con quien desea hablar??
Con el Inspector Martin Théodore, esta mañana estube hablando con el y...
Lo siento, caballero. Me temo que esta usted confundido. Quizas deberia acercarse a comisaria para poner una denuncia a la persona con la que hablo... el hacerse pasar por agente es delito.
Pero... Como... De acuerdo. Muchas gracias.
Gracias a usted, caballero.
Colgo el telefono, aun desconcertado por la conversacion que habia tenido. Como habia sido tan estupido de no pedir que le enseñase alguna identificacion... o puede que hubiese sido mejor no habersela pedido...
¿Es que todo el mundo estaba engañandole? ¿Y ahora que tenia que hacer?
Se sento en el sofa del hall donde estubo la tarde anterior, necesitaba pensar. Intento recordar su conversacion con Martin, la tenia grabada en la cabeza porque toda la noche estubo soñando con el. Tenia que recordar algo, quizas... quizas...
Subio de nuevo a la habitacion. Cogio la botella de Bowmore, que estaba todavia encima de la mesa, la guardo en una bolsa de plastico.
Tenia que ir a la policia. Quizas podrian ayudarle, quizas en la botella podrian sacar alguna huella...
Un sobresalto le desperto. Miro su reloj... no podia creerlo. Las siete de la mañana. No sabia donde estaba Julia, no sabia si estaba bien o mal... y el se ponia a dormir como si nada.
La cabeza le iba a estallar. El dolor era mas intenso de lo que nunca habia sentido. Habia dormido pero no habia descansado. Durante toda la noche, la conversacion con Martin la habia soñado una y otra vez. El hormigueo de las piernas al menos habia desaparecido. Aun tenia un leve dolor detras del muslo pero eso no le iba a hacer volver a la cama. Ya no.
Se habia levantado decidido a ayudar, no podia quedarse alli.
Bajo a recepcion, esta vez estaban dos chicas, le alivio ver que Bodgan no estaba. Seguia dandole mala espina el chico ese...
Necesitaba comer algo... Miro con disimulo entre las puertas entreabiertas hasta que en una pudo ver a algunos clientes del hotel desayunando.
Diez minutos le bastaron para terminar. No queria perder tiempo, aunque realmente no sabia que iba a hacer. Se acerco a la recepcion y pregunto por el numero de policia de Suiza. Tenia que volver a hablar con Martin.
Se acerco a una de las cabinas de telefono que habia en el hall, y marco el numero...
Polizei in der Schweiz. Guten Morgen. Kann ich helfen? - se escucho al otro lado...
No habia caido en eso... Hello, I don´t "spik" german, I´m Spanish...
One second, please - le contesto en un ingles fluido.
Tras unos segundos, una mujer le volvio a hablar, esta vez en español...
Policia de Suiza. Buenos dias, señor. ¿En que puedo ayudarle?
Buenos dias. Me gustaria hablar con el inspector Théodore.
¿¿Perdon?? ¿¿Con quien desea hablar??
Con el Inspector Martin Théodore, esta mañana estube hablando con el y...
Lo siento, caballero. Me temo que esta usted confundido. Quizas deberia acercarse a comisaria para poner una denuncia a la persona con la que hablo... el hacerse pasar por agente es delito.
Pero... Como... De acuerdo. Muchas gracias.
Gracias a usted, caballero.
Colgo el telefono, aun desconcertado por la conversacion que habia tenido. Como habia sido tan estupido de no pedir que le enseñase alguna identificacion... o puede que hubiese sido mejor no habersela pedido...
¿Es que todo el mundo estaba engañandole? ¿Y ahora que tenia que hacer?
Se sento en el sofa del hall donde estubo la tarde anterior, necesitaba pensar. Intento recordar su conversacion con Martin, la tenia grabada en la cabeza porque toda la noche estubo soñando con el. Tenia que recordar algo, quizas... quizas...
Subio de nuevo a la habitacion. Cogio la botella de Bowmore, que estaba todavia encima de la mesa, la guardo en una bolsa de plastico.
Tenia que ir a la policia. Quizas podrian ayudarle, quizas en la botella podrian sacar alguna huella...
lunes, 10 de agosto de 2009
Dia 1 (tercera parte)
17:40
Despues de volver a tomar un taxi para llegar al hotel, Roberto se quedo unos instantes en la otra parte de la calle.
...¿que esta pasando? es todo demasiado raro ¿Martin Théodore?...
Tenia tiempo suficiente para esperar e intentar relajarse, pero ni siquiera habia escuchado ese nombre y sin embargo estaba ahi, esperando las 18:30 para preguntar por el...
Entro al hotel, no sabia si buscaba algo raro, algo que llamase su atencion, o simplemente le hizo entrar el nerviosismo. Un precioso hall le recibio, gigante espacio de espera para los clientes del lujoso hotel. Se acerco a unos comodos sofas que habia en un lateral y se sento a esperar.
Todo le parecia sospechoso. Miro a los 2 chicos que habia en el mostrador de Recepcion.
Uno estaba ocupado atendiendo a una pareja de personas mayores, conversando con ellos y enseñando una serie de fotos de las habitaciones y suites del hotel.
El otro estaba mas apartado de ellos. Miraba, o mas bien vigilaba, a su compañero, parecia que lo estaba evaluando.
Una puerta abierta detras de la recepcion dejaba ver a una mujer que no dejaba de hablar y hacer gestos con las manos. Supuso que estaba hablando con el manos libres aunque no podia verlo.
Un golpe se oyo detras de el. El susto le hizo levantarse de un salto y casi salir corriendo del hotel. Miro atras y vio que eran unas cajas que se le habian caido a uno de los botones.
Pero su reaccion provoco que todo el hall estubiese mirandole a el.
El silencio se apodero de la estancia, mientras que haciendo como si no tubiese ninguna importancia, se volvio a sentar. Unos susurros se escuchaban entre el silencio, y poco a poco, la gente dejo de juzgar la accion y volvio a lo que estaban haciendo.
Todos menos el chico de la recepcion, le miraba fijamente.
Dejo de evaluar a su compañero, salio de la Recepcion y con paso decidido se dirigio hacia el.
Roberto se asusto, comenzo a sentir un sudor frio, no le daba buena espina ese chico, pero no se movio.
Guten Nachmittag, Herr - dijo el chico.
Perdone... pero no hablo... - le contesto Roberto.
Er... Buenas Tardes, Señor - le corto - ...er... Bienvenido al Zurich Marriott Hotel. ¿Podria ayudar-le en algo?
No, muchas gracias, estoy esperando a alguien- acerto a decir.
Si necesita cualquiera cosa, le ayudo con mucho placer
Muchas gracias, pero ahora no hace falta.
De acuerdo, Guten... perdon... Buenas tardes.
Se despidio moviendo levemente con su mano el ridiculo gorrito y volvio a su mostrador.
Pudo ver en la plaquita que llevaba en el pecho ponia Bodgan Roenin.
Miro su reloj... 18:20... de nuevo un escalofrio recorrio su espalda. Ya era la hora.
18:30
Roberto se levanto y camino hasta la recepcion y en seguida Bodgan se acerco para atenderle.
Buenos dias de nuevo, señor. ¿En que podria ayudarle? Me gustaria hablar con Martin Théodore, por favor. Me cito aqui.
...er...Martin Théodore... un segundo por favor.
Se acerco al ordenador, tras unos segundos de consulta, llamo a una de las habitaciones, y tras unas breves frases, se gira hacia el y le dice:
Por favor, caballero, Martin Theodore le espera, habitacion 520, suba por aquel ascensor. 5ª Planta, y siga el pasillo a su derecha.
Roberto decidido subio hasta la habitacion, tras un par de segundos de duda delante de la puerta, llamo.
Escucho unos pasos acercarse, y la puerta se abrio.
Buenas tardes, Roberto. Un placer conocerle.- le dijo mientras alargaba el brazo para estrecharle la mano.
Buenas tardes, debe de ser Martin. - le dijo mientras miraba con recelo la mano antes de estrecharla.
En efecto, pase. Le estaba esperando.
Roberto entro con cierto nerviosismo, y se acerco a la mesa que tenia preparada Martin. Encima de ella habia preparadas dos copas de whisky y una especie de dossier del que asomaban unos folios.
Sientese - le dijo - es un Bowmore de 12 años, como a usted le gusta, ¿verdad?
Roberto enmudecio. Era el whisky que solia beber, pero ¿porque lo sabia aquel tipo?
¿Que quiere de mi? ¿Quien es usted? ¿Donde esta Julia?
Tranquilo - le susurro - todo a su tiempo. Me presentare, mi nombre es Martin Théodore, soy Inspector de la Swisspolice, estamos buscando a Julia. Las fuerzas de seguridad españolas nos dieron ya el aviso. En este dossier podra saber algo mas de lo que esta sucediendo, que se que le tiene que estar descorcentando.
Roberto abrio la carpeta y empezo a mirar las fotos que habia dentro. En las fotos aparecia Julia con otro hombre, salia hablando con el, en varios sitios diferentes.
¿Quien es ese? - le pregunto.
Ese hombre es Joseph Trenuar, la mano derecha de uno de los mas poderosos capos de Suiza. Se vieron hasta cinco veces en España, y ahora debe de encontrarse con el aqui en Zurich.
Siento no poder decirle nada mas, aun asi sabe mas de lo que deberia de saber.
Ahora tengo que marcharme, la habitacion esta pagada para toda la semana. Le sugiero que permanezca aqui hasta que hagamos nuestro trabajo. Si le localizan podria tener problemas.
No comente nada de esto con nadie, ni intente nada que pueda hacer peligrar la operacion.
¿Pero que hace Julia con unos mafiosos? La cabeza aun le dolia, y aun tenia las pierna con un molesto hormigueo. Y el whisky no era una buena ayuda precisamente. Agacho la cabeza y escucho tras de el como se cerraba la puerta. Estaba solo y no podia hacer nada.
¿O si? Necesitaba descansar, solo unas horas pensaba mientras se tumbaba en la cama.
Despues de volver a tomar un taxi para llegar al hotel, Roberto se quedo unos instantes en la otra parte de la calle.
...¿que esta pasando? es todo demasiado raro ¿Martin Théodore?...
Tenia tiempo suficiente para esperar e intentar relajarse, pero ni siquiera habia escuchado ese nombre y sin embargo estaba ahi, esperando las 18:30 para preguntar por el...
Entro al hotel, no sabia si buscaba algo raro, algo que llamase su atencion, o simplemente le hizo entrar el nerviosismo. Un precioso hall le recibio, gigante espacio de espera para los clientes del lujoso hotel. Se acerco a unos comodos sofas que habia en un lateral y se sento a esperar.
Todo le parecia sospechoso. Miro a los 2 chicos que habia en el mostrador de Recepcion.
Uno estaba ocupado atendiendo a una pareja de personas mayores, conversando con ellos y enseñando una serie de fotos de las habitaciones y suites del hotel.
El otro estaba mas apartado de ellos. Miraba, o mas bien vigilaba, a su compañero, parecia que lo estaba evaluando.
Una puerta abierta detras de la recepcion dejaba ver a una mujer que no dejaba de hablar y hacer gestos con las manos. Supuso que estaba hablando con el manos libres aunque no podia verlo.
Un golpe se oyo detras de el. El susto le hizo levantarse de un salto y casi salir corriendo del hotel. Miro atras y vio que eran unas cajas que se le habian caido a uno de los botones.
Pero su reaccion provoco que todo el hall estubiese mirandole a el.
El silencio se apodero de la estancia, mientras que haciendo como si no tubiese ninguna importancia, se volvio a sentar. Unos susurros se escuchaban entre el silencio, y poco a poco, la gente dejo de juzgar la accion y volvio a lo que estaban haciendo.
Todos menos el chico de la recepcion, le miraba fijamente.
Dejo de evaluar a su compañero, salio de la Recepcion y con paso decidido se dirigio hacia el.
Roberto se asusto, comenzo a sentir un sudor frio, no le daba buena espina ese chico, pero no se movio.
Guten Nachmittag, Herr - dijo el chico.
Perdone... pero no hablo... - le contesto Roberto.
Er... Buenas Tardes, Señor - le corto - ...er... Bienvenido al Zurich Marriott Hotel. ¿Podria ayudar-le en algo?
No, muchas gracias, estoy esperando a alguien- acerto a decir.
Si necesita cualquiera cosa, le ayudo con mucho placer
Muchas gracias, pero ahora no hace falta.
De acuerdo, Guten... perdon... Buenas tardes.
Se despidio moviendo levemente con su mano el ridiculo gorrito y volvio a su mostrador.
Pudo ver en la plaquita que llevaba en el pecho ponia Bodgan Roenin.
Miro su reloj... 18:20... de nuevo un escalofrio recorrio su espalda. Ya era la hora.
18:30
Roberto se levanto y camino hasta la recepcion y en seguida Bodgan se acerco para atenderle.
Buenos dias de nuevo, señor. ¿En que podria ayudarle? Me gustaria hablar con Martin Théodore, por favor. Me cito aqui.
...er...Martin Théodore... un segundo por favor.
Se acerco al ordenador, tras unos segundos de consulta, llamo a una de las habitaciones, y tras unas breves frases, se gira hacia el y le dice:
Por favor, caballero, Martin Theodore le espera, habitacion 520, suba por aquel ascensor. 5ª Planta, y siga el pasillo a su derecha.
Roberto decidido subio hasta la habitacion, tras un par de segundos de duda delante de la puerta, llamo.
Escucho unos pasos acercarse, y la puerta se abrio.
Buenas tardes, Roberto. Un placer conocerle.- le dijo mientras alargaba el brazo para estrecharle la mano.
Buenas tardes, debe de ser Martin. - le dijo mientras miraba con recelo la mano antes de estrecharla.
En efecto, pase. Le estaba esperando.
Roberto entro con cierto nerviosismo, y se acerco a la mesa que tenia preparada Martin. Encima de ella habia preparadas dos copas de whisky y una especie de dossier del que asomaban unos folios.
Sientese - le dijo - es un Bowmore de 12 años, como a usted le gusta, ¿verdad?
Roberto enmudecio. Era el whisky que solia beber, pero ¿porque lo sabia aquel tipo?
¿Que quiere de mi? ¿Quien es usted? ¿Donde esta Julia?
Tranquilo - le susurro - todo a su tiempo. Me presentare, mi nombre es Martin Théodore, soy Inspector de la Swisspolice, estamos buscando a Julia. Las fuerzas de seguridad españolas nos dieron ya el aviso. En este dossier podra saber algo mas de lo que esta sucediendo, que se que le tiene que estar descorcentando.
Roberto abrio la carpeta y empezo a mirar las fotos que habia dentro. En las fotos aparecia Julia con otro hombre, salia hablando con el, en varios sitios diferentes.
¿Quien es ese? - le pregunto.
Ese hombre es Joseph Trenuar, la mano derecha de uno de los mas poderosos capos de Suiza. Se vieron hasta cinco veces en España, y ahora debe de encontrarse con el aqui en Zurich.
Siento no poder decirle nada mas, aun asi sabe mas de lo que deberia de saber.
Ahora tengo que marcharme, la habitacion esta pagada para toda la semana. Le sugiero que permanezca aqui hasta que hagamos nuestro trabajo. Si le localizan podria tener problemas.
No comente nada de esto con nadie, ni intente nada que pueda hacer peligrar la operacion.
¿Pero que hace Julia con unos mafiosos? La cabeza aun le dolia, y aun tenia las pierna con un molesto hormigueo. Y el whisky no era una buena ayuda precisamente. Agacho la cabeza y escucho tras de el como se cerraba la puerta. Estaba solo y no podia hacer nada.
¿O si? Necesitaba descansar, solo unas horas pensaba mientras se tumbaba en la cama.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)